miércoles, 16 de octubre de 2013

Mi Artículo escrito para @Cuidatucuerpo ¿Cómo fomentar hábitos en los niños?


Los niños son mágicos, su naturaleza los provee de una maravillosa capacidad para captar información e integrarla a su repertorio conductual; todo niño es digno de admiración y respeto por tales capacidades y ello nos debe llevar a la sana conclusión de que El niño es el resultado de lo que sus padres hagan de él!
En las Escuelas de Padres,consulta privada u orientaciones individuales me limito a hacerles la siguientes preguntas y (como todo en la vida) estas contienen la clave y el punto neurálgico del problema que en ocasiones trae a los padres de cabeza, les quita el sueño y altera la dinámica familiar de tal forma que a veces a los profesionales encargados de reorientar dicho proceso solo nos queda afirmar: eso, lo aprendió de Ustedes!
Siempre he afirmado en mis encuentros que educar un niño no es una tarea sencilla, por el contrario! Es un proyecto de vida que no posee directrices claras, pues cuando vamos a la Universidad nos preparamos para ser ingenieros, abogados, médicos, psicólogos y a nivel internacional todas las universidades imparten dichas carreras pero no existe una formación para SER PADRES, eso nos toca a modo propio y a través del ensayo y error, pues los métodos y formas que resultan con un niño no funcionan con otro y eso obedece a que cada ser humano es un ser único e irrepetible en el universo y por ende sus necesidades y motivaciones son totalmente distintas y personales.
La pregunta que nos ocupa hoy es: ¿Cómo puedo fomentar hábitos en mi hijo? La respuesta es sencilla, aunque la forma de llevarla a la praxis no lo sea tanto, pues requiere ante todo de dos ingredientes básicos para que un comportamiento pase a ser conducta instaurada y por ende aprendida y aprehendida por el niño. Esos dos talantes son Paciencia y Constancia.
Es de suma importancia que la paciencia sea la compañera que guie todo el proceso y la constancia el carro donde lo instale para que el recorrido sea divertido hasta llegar a la meta que en este caso se trata de Lograr una conducta determinada, es decir: Crear un hábito en mi hijo.
Es necesario ser paciente al impartir las instrucciones,al supervisar el proceso y evaluar los resultados y todo en interacción y chequeo verbal con el niño, allí es importante la paciencia y si realmente deseo que se instaure es indispensable la constancia, dicha conducta debe ser estimulada y propiciada constantemente o no llegará a convertirse en hábito.
Toda conducta que sea consecuente y se retroalimente durante por lo menos 21 días continuos, no hay duda que va camino de convertirse en un hábito, pero ojo, debe ser reforzada positivamente cada vez que se lleve a cabo e igualmente debe estimularse y propiciarse durante esos 21 días y mas, pues de nada servirá hacerlo tres dias seguidos y saltar una semana, pues ello sería equivalente a perder el ritmo de un carro hasta que se detiene.
Es ilustrativo y sencillo con dos ejemplos muy típicos que los Padres reportan como “difíciles” de lograr en los pequeños como lavarse las manos antes de comer y cepillar sus dientes antes de ir a la cama, al preguntarles ¿Usted al principio lo hizo a diario con él? ¿por cuánto tiempo? ¿fue agradable la forma de estimularlo? ¿reforzó positivamente al niño cuando lo hizo?. Las respuestas a estas interrogantes nos dan la clave de qué tan erróneamente se “trató” de hacer de una conducta sencilla un hábito que para muchos padres es un tedio y para el niño se traduce en tortura.
Debemos tener claro que para el niño TODO debe ser en armonía y si es posible con juegos, canciones (al menos los primeros dias) para que no sienta que es una pesada obligación, debemos motivarlos, acompañarlos, ir corrigiendo equívocos como por ejemplo que utilice suficiente jabón al lavar sus manitos o que el cepillado sea con un correcto movimiento y así estamos fomentando el hábito y en forma correcta.
Si yo acompaño a mi hijo a cepillar sus dientes antes de dormir solo tres días muy probablemente no llegue a instaurar el hábito, ya paulatinamente cuando sienta que para el niño es una forma de compartir con papá o mamá una actividad, él llegará a concientizar que es sano y también agradable para él y lo hará parte de su vida pero, si lo dejo solo es mucho más complicado y se convierte en cuasi tortura la hora en que escucha: a cepillarte los dientes o lava tus manos para comer.
Al principio exige tiempo y energía de los padres pues se debe supervisar y estimular al niño a diario pero luego ese carro andará solo sin que yo como papá o mamá deba estar para empujarlo y si el hábito se instaura llegará el momento que el niño lo haga voluntariamente y no solo eso, lo hará a gusto y en felicidad como obligatoriamente debería ser…todo lo que un niño haga durante esta maravillosa etapa.

viernes, 11 de octubre de 2013

Mi Artículo escrito para @Cuidatucuerpo "Importancia de la Educación Preescolar en la Vida del Niño"


La primera infancia, conocida últimamente como edad temprana, la cual abarca ese período de 0 a 8 años, algunos lo llevan hasta los 7, donde por razones biológicas y sobre todo culturales no debemos encasillar en dicho rango, es el espacio de tiempo en la vida donde más aprendemos y aprehendemos, nos enriquece de tal manera que es el punto de partida en la formación de nuestra personalidad y enriquecimiento del autoestima.
En dicha etapa, no solo abrimos los ojos al mundo, nos  adaptamos a una vida diferente (fuera del vientre materno) vamos por primera vez a la Escuela explorando un contexto totalmente desconocido y novedoso hasta el momento, donde hemos permanecido por 3 o 4 años arropados por el amor y la protección familiar para llegar a un lugar donde las enseñanzas y experiencias no tienen comparación posible pues se trata del “convivir” con personas ajenas a mi entorno familiar y cotidiano.
Hay Autores que afirman que lo necesario para vivir, a nivel de valores, formación de personalidad, autoestima y actitud se desarrolla en éste período, coincido totalmente; pues en mi experiencia con niños, adolescentes y padres he podido tener evidencias de cómo marca una Maestra, una puericultura, una nana o cualquier adulto significativo en la vida del niño.
Es por ello de suma importancia el cuidar y tener especial atención a las personas ajenas al hogar que pasarán a tener contacto con el niño una vez que sale al mundo a “vivir” y aprender, ya no solo de su entorno familiar, sino de todo lo que le rodea a partir de ese momento.
Por eso considero a la primera infancia un regalo de la vida, un paseo por las nubes, una eterna fantasía que no debe en modo alguno ser empañada por recuerdos desagradables, innecesarios y en algunos casos, tristemente traumáticos.
Como Padres tenemos el deber y el derecho de velar por el desarrollo sano de nuestros hijos y ello incluye, el escoger desde la objetividad aquellos ambientes donde mi hijo compartirá fuera del “oasis familiar”, es decir, Maternal,  Hogar de Cuido, Preescolar, Escuela y otros contextos.
En base a ello, toda actividad que el niño realice, su formación y educación cuidemos que se encuentre en las mejores manos y le aporten todo lo necesario para que se desarrolle de la forma más idónea, si bien sabemos que nada es perfecto, como padres debemos minimizar lo inadecuado.
Hace muchos años en distintos países sobre todo los llamados tercermundistas, se viene trabajando en destacar la importancia y significación vital de la Educación Preescolar o Inicial para el niño, no debe existir un salto del hogar o maternal a la Educación Básica, Primaria o Escuela como también se le conoce. Ese período es ideal y necesario en el marco de la Educación Inicial, ya que allí el niño va a lograr destrezas, habilidades y desarrollará un cúmulo de conocimientos desde su propia experiencia que le darán las herramientas necesarias para afrontar su siguiente período escolar con éxito y sin sobresaltos, un ejemplo típico que siempre expreso en mis reuniones es imaginarnos como alguien que no se mantiene en pié por si mismo puede correr? han visto eso alguna vez? Imposible! Ya que un niño que apenas se para en forma alguna podrá largarse en carrera un día de tantos.
En la vida, como en la lectura, no podemos saltar líneas ni espacios, o nuestro texto, no tendrá sentido lógico. Por ello como padres debemos dejar a nuestros niños vivir su primera infancia en felicidad pero eso no significa “sin escolaridad” todo tiene su tiempo en el espacio y la vida de cada ser humano, por ello la Escuela debe llegar…pero a su tiempo y no sin antes, pasar por el Preescolar a fin de adquirir y desarrollar destrezas que nos preparen y dejar en nosotros lo más maravilloso como herencia, las sonrisas, los juegos, los bailes, el canto y la actitud de que todo se puede lograr, aunado al deseo de convivir y  compartir, y esa, esa es una de las claves para la felicidad del ser humano!

Liz Clarke.
Esucadora y Psicopedagóga
/Practitioner en Programación Neurolinguística.