En los tiempos que vivimos la dinámica social nos lleva a un ritmo de vida cuya exigencia requiere de elevados niveles de respuesta, aunados a la adaptación a cambios propios de la sociedad como sistema. Un punto fundamental de todo esto es: La Toma de Decisiones, la Gerencia de nuestra propia vida y la forma de organizarnos para afrontar con actitudes, aptitudes y emocionalidad adecuada que permita llegar al éxito en cualquier circunstancia de vida.
Muchos Padres manifiestan su inquietud e incertidumbre en cuanto a dejar a los pequeños tomar decisiones y la duda reinante apunta a que el niño pequeño debe ser guiado y protegido por sus progenitores, no estamos en contradicción con ello, sin embargo, la seguridad, autoestima, responsabilidad y formación de la personalidad en el niño tienen una íntima relación con el grado en que papá, mamá y maestros le den independencia y autonomía para decidir en pequeñas situaciones tomando en cuenta su edad. El niño es capaz y de hecho debemos dejarlo organizar sus ideas, priorizar sus necesidades, manifestar sus gustos, plantearse pequeñas metas y por supuesto asumir las consecuencias derivadas de todas y cada una de sus acciones, ello le llevará a comprender que en la vida cada acto que realizamos tiene una consecuencia y sea ésta positiva o negativa debemos asumirla con igual actitud, lo cual de forma indirecta le dará gran importancia en la escala de valores del niño a la importancia vital de pensar muy bien antes de decidir algo, de igual forma le enseñará que el equivocarse al tomar una decisión es válido pero se debe asumir las consecuencias de ello se tenga la edad que se tenga.
Tomar decisiones acertadas se aprende con la edad, la experiencia y si desde pequeño el niño está familiarizado con tomar pequeñas decisiones su vida será más fluida y podrá afrontar con más aptitud situaciones de toda índole. Es importante señalar que como padres seremos siempre los responsables de las directrices del camino de nuestros hijos y al final tenemos la última palabra en cuanto al deber ser y lo adecuado para sus vidas pero a lo largo del camino se presentarán pequeñas situaciones propias de la vida de un niño en que lo más sano es que él mismo decida y luego asuma lo agradable o desagradable que ocasionó su elección.
Ello puede girar en torno a diversas situaciones que le atañen como son: rutinas de estudio, horario de juegos, deberes en el hogar, elección de los juguetes, negociación del tiempo de diversión y otros aspectos.
La Gerencia es algo que se estudia a niveles superiores, sin embargo es un aspecto fundamental en la vida que se basa en la toma de decisiones adecuadas organizando todos los elementos que inciden en ello. Un niño aprende a gerenciar muy pequeño al elegir entre un sí y un no, luego va aprendiendo que ambos tienen consecuencias y por ende debemos ayudarlo y entrenarlo pero por favor, no esperemos que el niño llegue a secundaria y sea ya adolescente para que decida sobre algo pues, habrá perdido un tiempo valioso y obviamente su autoestima, personalidad y forma de afrontar situaciones no será precisamente lo que le llevará a ser exitoso ante la vida. Así, la gerencia es parte de la vida y nuestros niños pueden ser excelentes gerentes y tener una vida adulta maravillosa desde el entrenamiento que le brindemos desde muy pequeños al asumir pequeños retos y siempre…con amor.
Liz Clarke
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